Un espacio protegido...

UNA RESERVA ECOLÓGICA PARA TRES CICLOMOTORES ESPAÑOLES EN RIESGO DE EXTINCIÓN

LEXICOLOGÍA

El término Vespino nació en Italia en 1963 con la salida al mercado del scooter Vespa 50, cuyo bastidor tenía unas dimensiones sensiblemente menores que las de las vespas precedentes. Por tratarse pues de una Vespa pequeñita, los italianos se referían a ella cariñosamente  en diminutivo y de manera coloquial la llamaron Vespino (sería el equivalente en nuestra lengua a decir Vespita), término muy en consonancia con cinquantino (motocicleta de 50 cc.) y motorino (ciclomotor).

Este mismo nombre, Vespino, fue adoptado cinco años después por Motovespa para su ciclomotor, presentado el 19 de febrero de 1968. Y el pequeño ciclomotor, merced a su popularidad y su éxito,  reeditó el fenómeno que ya había provocado su hermana mayor: del mismo modo que cualquier scooter, fuera cual fuese su marca, era una Vespa, los ciclomotores básicos según el esquema "bicicleta con motor" acabaron denominándose de un modo genérico Vespino. No es extraño todavía encontrar anuncios de segunda mano con el texto "Vendo Vespino" en los que se nos ofrezca una Mobylette o una Derbi Variant. Y tampoco lo es, por lo tanto, que la Real Academia de la Lengua Española ya tenga prevista para la 23ª Edición de su Diccionario la inclusión del término vespino como sinónimo de ciclomotor (con letra inicial en minúscula, pues se trata en este caso de un sustantivo común y no de uno propio como correspondería a una marca).

Para la RAE, Vespino es vocablo de género masculino, quizás por acabar en -o, quizás por concordar con los términos ciclomotor o velomotor en virtud de su significado, o quizás porque así lo ha consagrado el uso popular.

El propio fabricante, MotoVespa, también le atribuye el género masculino. En el libro 1952-1987, conmemorativo de su 35º aniversario, podemos leer en el capítulo referente al año 1968...

19 de febrero. Fecha histórica para el ciclomotor en España.

La Vespa verde claro, la Vespa gris metalizada, la"N" y la "S"... forman una familia femenina. Hora de dar a luz un varón. ¡NACE EL PRIMER VESPINO!

...para añadir después...

Su éxito, además de inmediato, es fulminante y de este producto varón, nacido en color blanco, se llegaron a fabricar 25.000 unidades.

Pero nunca han faltado gentes en España que le hayan llamado (y le llamen), y con el mismo arraigo, la Vespino, en femenino, como nos solemos referir aquí a cualquier motocicleta. Para el autor de estas líneas, humildemente, da lo mismo. Sea el Vespino, sea la Vespino, lo importante, al fin y al cabo, es que es Vespino.